Mapas, el lenguaje del territorio

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La sala del Templo de la Paz donde se encontraba la Forma Urbis Severiana. Fuente: Sovrintendenza Roma

Un mapa es un registro, un documento que contiene información basada en el estudio y comprobación de un territorio; es la representación de una parte del paisaje. Un mapa es también un instrumento que reúne y organiza datos, medidas y establece un lenguaje que sirve para comunicar y conocer diversos aspectos del territorio, algunos pueden ser de tipo geográfico, geológico, orográfico, hidrográfico, demográfico, histórico, sociológico, económico o político. Los mapas hablan de una época, de un momento histórico, de intenciones, de aquellos lugares que se pretendían conquistar, defender o construir. Pero también pueden ocultar realidades o mostrar las que interesan, sumado el hecho de que no pueden mostrarnos la totalidad. La forma de representación incumbe la gráfica y la geometría, el estilo nos habla del tipo de narración y de la forma que el autor interpreta el mundo.

Registros gráficos, de la piedra al papel

El recorrido por la historia cartográfica del mundo puede llevarnos mucho tiempo, buscar en repositorios y bibliotecas es una odisea al tiempo que un placer infinito que nos conduce por derivas insospechadas… Oriente, Occidente, Europa, Asia, América, Medio Oriente, la Antigüedad, la Conquista, el Renacimiento, la Modernidad, los mapas más representativos y ¿los cartógrafos? Los mapas y cartografías son de varios tipos, épocas y lugares, por lo que encontramos una diversidad de formas de representación de acuerdo al momento histórico, la visión artística del autor según lo que interesaba mostrar. Frente a esta vastedad de registros surgen muchas preguntas, algunas como cuál es la diferencia entre mapa e imagen, representación o descripción, realidad o fantasía.

Teniendo en cuenta lo dilatado del tema nos detendremos en algunas de las ciudades más importantes de la antigüedad y solo en algunos de sus mapas de un período para apreciar la variedad de formas de representación gráfica: Roma, Constantinopla, Florencia, París y Tokyo.

Empezamos por la piedra, una pieza importante del puzle cartográfico que tiene el peso de su materialidad y de la historia en la representación gráfica de las ciudades antiguas es la Forma Urbis Severia, el mapa más grande de Roma tallado en mármol. El plano completo medía 13×18 metros, se supone que fue elaborado en el período del Imperio, entre el 203 y el 211 d.C. para representar a escala una parte de la ciudad de Roma con miras a su reforma urbanística. Este monumento se encontraba entonces en una sala del Templo de la Paz (ver la imagen de cabecera), lo que hace suponer que formaba parte de la oficina de urbanismo de la ciudad. Con el declive del Imperio Romano, la obra fue despedazada para utilizar el mármol en la construcción de otros edificios y monumentos, por lo que hoy se conserva solo una décima parte del plano original.

Grabado realizado por Giovanni Battista Pironesi

Grabado realizado por Giovanni Battista Pironesi en 1756, en el que se muestran los fragmentos de mármol del mapa Forma Urbis Severiana. Fuente: WikiArt

No todos los mapas fueron tallados en piedra, también los muros y lienzos eran nobles soportes gráficos. Durante la Edad Media y buena parte del Renacimiento los mapas de ciudades eran realizados por pintores o ilustradores que trabajaban de la mano con cartógrafos.

Los mapas producidos en este período eran representaciones icónicas que caracterizaban las ciudades, sus edificios y monumentos pero no pretendían la exactitud; esto se hace evidente en la técnica de ilustración, en la figuración imprecisa de los espacios urbanos, en el peso visual sobre ciertos aspectos que querían enfatizarse y en la ausencia de escala gráfica.

El mapa de Roma pintado por Taddeo di Bartolo entre 1413 y 1414 en la bóveda del arco de ingreso de la anticapella del Palacio Público de Siena nos habla de este tipo de representación. En muchos casos los autores de estos mapas ni siquiera conocían la ciudad que pintaban, se basaban en narraciones de viajeros o recurrían a textos bíblicos o de otros géneros literarios, por lo que el mapa era más bien el resultado del imaginario del artista; pero esto no le resta valor a la obra puesto que en el arte de la cartografía la forma de representación del plano o del mapa expresa una intención. Como os había referido en el primer párrafo, los mapas son documentos que registran información o comunican un mensaje. El mapa de Taddeo hacía homenaje a la ciudad, su arquitectura, sus monumentos, su filosofía y sus héroes.

Mapa de Roma, mural obra del pintor Taddeo

Mapa de Roma, mural obra del pintor Taddeo di Bartolo entre 1413-1414. Fuente Fondazione Zeri

Otra impronta inédita de una de las más importantes ciudades de la antigüedad es el mapa de Constantinopla (hoy Estambul). Este mapa del año 1422 fue realizado por Cristoforo Buondelmonti, geógrafo y viajero dedicado a la producción de obras historiográficas, guías y mapas. El mapa de Constantinopla de 1422 es el único registro cartográfico antes de la conquista del Imperio Otomano en 1453, se dice que no se conocen mapas precedentes a este. La representación de Buondelmonti (mapa de la izquierda) muestra los monumentos, las edificaciones importantes conectadas por sus calles; esta particularidad nos habla de un acercamiento a la representación de la trama urbana en la cartografía.

El mapa de la derecha es una representación del año 1521 de la ciudad de Constantinopla, setenta años después de la conquista del Imperio Otomano. Fue realizado por el navegante y cartógrafo Piri Reis como parte de un trabajo exhaustivo de exploración por el Mediterráneo que se materializó en el Libro de las Materias Marinas.

Izda. mapa constantinopla

Izda. Mapa de Constantinopla, 1422 por Cristoforo Buondelmonti. Fuente: Wikipedia. Drcha. Mapa de Constantinopla, 1521 por Piri Reis. Fuente: Lost Islamic History

Con la invención de la imprenta y la mecanización del proceso de impresión, muchos grabadores y cartógrafos se valieron de la xilografía para elaborar ilustraciones; esta técnica sirvió a muchos artistas para reproducir mapas y vistas de ciudades de forma masiva. Un libro famoso y uno de los más importantes incunables es Crónicas de Núremberg, que ilustra la historia universal hasta el año 1493 en mil ochocientas ilustraciones, entre las cuales grabados de las ciudades más importantes de Oriente y Occidente. Fue desarrollado por el físico y humanista Hartmann Schedel con la ayuda de los pintores-grabadores Wilhelm Pleydenwurff y Michael Wolgemut. Las imágenes se elaboraron a partir de búsquedas en textos y narraciones, otros fueron copiados de obras precedentes y otros tantos se inventaron. Los mapas e imágenes de ciudades presentes en el libro nos hablan de la intención de mostrar desde lo didáctico, de las técnicas de representación del momento y de la forma de interpretar el mundo; por otro lado, la obra en su conjunto evidencia el avance de los métodos de impresión y reproducción en masa del siglo XV. Entre las xilografías de ciudades presente en las Crónicas de Núremberg hay un mapa de la ciudad de Roma del año 1493. El estilo de la representación pictórica utiliza el recurso de la vista a vuelo de pájaro, que permite reconocer a simple vista los monumentos y edificios más importantes de la ciudad, destacados con el aumento de la escala dentro de la composición

Xilografía del Mapa de Roma perteneciente al libro “Crónicas de Núremberg”

Xilografía del Mapa de Roma perteneciente al libro “Crónicas de Núremberg”, 1493. Fuente Meisterdruke

A principios del siglo XV Brunelleschi formula las leyes de la perspectiva en su primera obra teórica, desde entonces la producción pictórica revoluciona con la adopción de este sistema de representación gráfico. Un acercamiento a dicho sistema lo encontramos en uno de los mapas representativos de Florencia, se trata de la Vista de Florencia del año 1490, realizada por el grabador y cartógrafo Francesco di Lorenzo Rosselli. La obra original era un prototipo xilográfico del cual se realizaron posteriores reproducciones, entre las cuales la pintura que veremos a continuación. El mapa muestra una precisa vista a vuelo de pájaro de la ciudad de Florencia, con detalles de edificios, acabados y consideración de la forma y estructura urbana con sus redes viarias.

Vista de Florencia

Vista de Florencia (Pianta delle Catena), 1490. Obra de Francesco di Lorenzo Rosselli. Fuente Google Arts & Culture

Bien entrados en el setecientos, uno de los mapas más representativos de la historia urbanística es el Nuevo Plano de Roma, publicado en 1748 por el ingeniero y arquitecto Giovanni Battista Nolli. Fue un trabajo en equipo en el que participaron el grabador y arquitecto Giovanni Battista Piranesi, el tipógrafo Giuseppe Vasi y el pintor Stefano Pozzi. Es de las cartografía más completas y representativas de Roma por el gran nivel de precisión y detalle, al punto de que fue utilizada como referencia base en la planificación urbana hasta los años setenta del siglo XX.

Nuevo plano de Roma, 1748. Fuente Charta Roma

Nuevo plano de Roma, 1748. Fuente Charta Roma

A mediados del siglo XVIII la evolución de las técnicas de representación eran notables, evidencia de esto es el Plano de Turgot de 1739, que representa la ciudad de París en perspectiva caballera un siglo antes de la reforma llevada a cabo por Haussmann. Toma el nombre del alcalde de la época, el preboste de los mercaderes Michel-Étienne Turgot. El plano fue realizado por el pintor y escultor Louise Bretez con la colaboración de un numeroso equipo de dibujantes que dedicaron dos años a estudiar la ciudad y visitar sus calles, casas y monumentos para darle a la representación la mayor calidad de detalle y precisión.

Plano de Turgot, Paris 1739. Autor Louis Bretez.

Plano de Turgot, Paris 1739. Autor Louis Bretez. Fuente Wikipedia

Del papel al píxel, la cartografía digital

Hacemos un salto cuántico tecnológico y llegamos a la era digital, con la fotografía satelital la cartografía parece no tener límites en cuanto a su capacidad de recopilación de datos y producción de imágenes del territorio. Esto supone un avance en cuanto a la precisión y alcance de los datos obtenidos, pero al mismo tiempo genera nuevas interrogantes en relación a otros aspectos, sobre todo aquellos sociales e ideológicos. En el mapa de Tokio del año 2014, el artista Sohei Nishino quiso reivindicar el trabajo humano en la elaboración de mapas, una labor que durante siglos estuvo en manos de pintores, grabadores, ingenieros, arquitectos y cartógrafos, frente a la predominancia de la fotografía y la gráfica digital obtenida de los satélites en las últimas décadas. El mapa de Nishino es una especie de collage fotográfico que combina imágenes satelitales tomadas de Google maps y de fotografías tomadas por el artista para darle mayor detalle y significado a cada aspecto mostrado. El mapa no es más que una síntesis de su tiempo, de su complejidad y sus ritmos.

Mapa de Tokio, 2014. Elaborado por el artista Sohei Nishino.

Mapa de Tokio, 2014. Elaborado por el artista Sohei Nishino. Fuente Sohei Nishino

Lenguaje y territorio: ¿El mapa es la ciudad?

¿Podríamos tener una idea de la forma y configuración de una ciudad sin antes haber visto su mapa? Sí, en buena parte, pero no en su totalidad, al menos aquella que puede representarse gráficamente. Entonces, ¿el mapa no es la ciudad? El conocimiento del territorio a través de los mapas es una forma de relación con el espacio; la comprensión de este espacio-territorio nos permite definir un lenguaje, es decir, elaborar mapas, imágenes, planos. Las diferentes formas de representación de los mapas a lo largo del tiempo tienen que ver con aspectos culturales e ideológicos en el momento en que fueron elaborados. Un mapa es la representación de la experiencia del territorio, es una forma de diálogo constructivo con todos los ámbitos de interés y exploración sobre ese espacio. Podríamos decir entonces que el mapa es la interpretación gráfica de la experiencia en el territorio, la ciudad o el paisaje. Al mostrarnos una parte de esta experiencia el mapa se convierte en la realidad que muestra, una descripción mesurada, iconográfica y a veces intencionada del mundo que interpretamos.

La elaboración de mapas tiene a sus espaldas una empresa larga y compleja, desarrollada en viajes, exploraciones, estudios, disputas, luchas de poder, intercambio de culturas, entre otras tantas cuestiones que dejan perplejo de solo calcular la energía invertida para llegar a comprender y representar nuestro entorno a lo largo de los siglos. La cartografía es una ciencia, pero es también una representación de nosotros mismos como sociedad, como humanidad. Los mapas son sistemas de lenguaje, verdaderos esquemas cognitivos que nos han servido para conocer y comprender el mundo, para organizarnos y ubicarnos, y al mismo tiempo para darnos un sentido de realidad y pertenencia.

Sabrina Gaudino Di Meo | Arquitecta

@gaudi_no