Escuela inclusiva

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Una aproximación general

La educación es la base de todo. Esto lo sabemos, lo tenemos asimilado, es una frase común en la punta de la lengua. Igual de común que es ser consciente de la afirmación, debe ser el enumerarnos y recapitular por qué es la base de todo; recordar todos los problemas que se vinculan a ello, y buscar soluciones. Por eso no está de más dedicar unas palabras a reflexionar sobre la escuela que queremos y debemos construir (metafórica y materialmente), y el papel de la arquitectura en esa labor.

Podríamos hacer una analogía, y ver la escuela como un píxel de la sociedad. Una escuela es un micromundo que forma parte de nuestra construcción cultural y que a su vez edifica los cimientos de ésta, una replica en miniatura de la sociedad al completo. Sin una escuela que asegure el derecho a la educación de todas las personas sin distinciones de ningún tipo, la sana convivencia y la proyección de los sueños, no podremos optar a una sociedad igualitaria, libre, justa.

En contextos vulnerables o de grandes desigualdades, el valor del derecho de la educación se hace crucial para avanzar hacia la consecución y blindaje del resto de los derechos humanos. “La educación es un derecho humano fundamental, esencial para poder ejercitar todos los demás derechos. La educación promueve la libertad y la autonomía personal y genera importantes beneficios para el desarrollo. […] La educación es un instrumento poderoso que permite a los niños y adultos que se encuentran social y económicamente marginados salir de la pobreza por su propio esfuerzo y participar plenamente en la vida de la comunidad.”[1] Nuestra cultura es nuestra independencia, y la educación, la llave para un desarrollo humano posible.[2]

.Hora del deporte en el colegio rural de Totora (Ccorca), una de las comunidades con mayor desnutrición infantil de todo el Perú. Perú, 2017. Foto Ana Asensio

Desde los años 90, el desarrollo humano se puede medir a través del IDH, un indicador que persigue valorar a los Estados en función de la riqueza de las vidas humanas [3], de la calidad y opciones de vida, y no únicamente del capital. Un PIB muy alto no tiene por qué verse reflejado en la proyección de una sociedad mejor donde existan más y mejores oportunidades y condiciones para todos. “El crecimiento económico es un medio que contribuye a ese proceso, pero no es un objetivo en sí mismo”[4]. Este cambio de mentalidad lo introdujo el economista paquistaní Mahbub ul Haq apoyándose en las teorías de su compañero, el economista indio Amartya Sen, para analizar a los diferentes países a través de variables compuestas, en oposición a las usadas tradicionalmente.

El IDH es calculado desde entonces por el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) y publicado en su informe anual, significando a día de hoy el estándar entre países para los estudios de desarrollo y bienestar social. Para calcular su valor se tienen en cuenta tres dimensiones, que darán lugar a unas variables de las que obtener una media aritmética: salud, educación y riqueza

  • Salud, o tener una vida larga y sana: se contabilizarán la esperanza de vida al nacer y el promedio de edad de las personas fallecidas en un año.
  • Educación, o acceder al conocimiento necesario para un buen desempeño social y laboral. Se contabilizará el nivel de alfabetización adulta y el nivel de estudios alcanzado (primaria, secundaria, estudios superiores).
  • Riqueza, o gozar de un nivel de vida digno. Se empleará el Ingreso familiar per cápita, ajustado por el PIB por año, y por el Programa de Comparación Internacional del Banco Mundial.

La elaboración del informe sobre Desarrollo Humano, creado simultáneamente con el IDH en 1990, marca un antes y un después en la concepción de la idea de desarrollo, y sitúa a la educación en el centro de ésta, en el mismo plano comparativo que la economía o la salud. Además, en 2011, el PNUD añadió una mejora: el índice de pobreza multidimensional (IPM), que mide las desigualdades dentro de una sociedad, y las consecuencias de ésta, a través de microdatos concretos de la pobreza en los hogares, en las materias de salud, educación y nivel de vida. Y es que la pobreza no es una cuestión de ingresos, nuevamente. “La pobreza se manifiesta en casi todos los ámbitos de la vida humana como la salud, la educación o el empleo, lo que la convierte en un fenómeno, sin duda alguna, multidimensional”.[5]

Esta naturaleza transversal de la pobreza hace que unas carencias retroalimenten a otras, y por lo tanto, que podamos ver su afección en la salud de las personas, sus condiciones de vida, y en su educación. El hogar y la escuela se vinculan, y la vida dentro de cada uno de esos espacios construidos afectará al desarrollo de la persona en ellos, de forma interrelacionada.

Todas las transformaciones sociales pasan por la educación; es una responsabilidad colectiva y un derecho individual, y debemos luchar por ella desde todos los ámbitos, especialmente en esos lugares sesgados por la pobreza. Es por tanto, la escuela, un lugar necesario y de vital importancia; necesitamos tener presente cuáles son los valores que representa y qué significan para la comunidad, para permitir su adecuada creación y desarrollo: ser inclusiva, en el sentido más general del término, y significar un punto central para el desarrollo de la vida y conciencia comunitaria.

Visita a Madagascar del equipo de Entreculturas a Fe y Alegría Mada con sus proyectos de mejora y nueva construcción de escuelas, 2015. Foto Marta Leboreiro Núñez

El término de educación global o inclusiva está muy presente en la UNESCO desde la entrada del siglo XXI, para promover el acceso en el sistema educativo formal de todos los niños con necesidades especiales por discapacidad, dificultad de acceso, medios reducidos y un largo etcétera; la idea es, por tanto, conseguir que el sistema de educación no excluya a ningún niño:

“[…] existe un creciente interés en todo el mundo por la idea de una “educación inclusiva” como quedó de manifiesto en la 48ª Conferencia Internacional sobre esta misma temática auspiciada por la UNESCO y el BIE en el 2008. […] A escala internacional, el término es visto de manera más amplia como una reforma que acoge y apoya la diversidad entre todos los alumnos:

La educación inclusiva puede ser concebida como un proceso que permite abordar y responder a la diversidad de las necesidades de todos los educandos a través de una mayor participación en el aprendizaje, las actividades culturales y comunitarias y reducir la exclusión dentro y fuera del sistema educativo. […] [6]

Visita a Madagascar del equipo de Entreculturas a Fe y Alegría Mada con sus proyectos de mejora y nueva construcción de escuelas, 2015. Foto Marta Leboreiro Núñez

Desde tal perspectiva se asume que el objetivo final de la educación inclusiva es contribuir a eliminar la exclusión social que resulta de las actitudes y las respuestas a la diversidad racial, la clase social, la etnicidad, la religión, el género o las aptitudes entre otras posibles. Por tanto, se parte de la creencia de que la educación es un derecho humano elemental y la base de una sociedad más justa (Blanco, 2010)”.[7]

Desde el campo que nos abarca, la arquitectura, tendremos que analizar todas las problemáticas existentes y perspectivas para, a través de la creación de espacios comunes y sociales, o protectores, permitir el desarrollo de los niños y la participación de la comunidad en la responsabilidad común de la educación. Estas problemáticas pueden tener raíces sociales y culturales, económicas y políticas, así como geográficas y climáticas muy diversas. Éstas, por supuesto, dependerán de cada contexto; por ello, tras esta introducción de marco teórico, vamos a tratar de visualizar unas situaciones tipo, a partir de un caso de estudio concreto: un prototipo de escuela inclusiva y paraciclónica para la ONG Fe y Alegría (Madagascar), que desarrollamos, a través del Instituto de Cooperación y Habitabilidad Básica, el equipo formado por Ester García Galindo y yo en 2017, y que podréis leer en el próximo texto (parte 2).

[1] Leading the International Agenda. Right to Education. Unesco, 2014

[2] Autorreferencia: frase con la que se introduce la reflexión final de nuestro documental “Lugar uno. Valle del bajo Huatanay”, de la serie documental “Habita, relatos de memoria e independencia”, 2017

[3] IDH 2016

[4] Informe nacional de desarrollo humano Guatemala, 2016

[5] Índice de Pobreza Multidimensional – Metodología.  Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), Costa Rica. ISBN: 978-9930-525-02-9 1

[6] UNESCO, 2005, pág. 14, citado por Gerardo Echeita y Mel Ainscow en el artículo (ver cita completa: nota al pie 7)

[7] “La Educación inclusiva como derecho. Marco de referencia y pautas de acción para el desarrollo de una revolución pendiente”. Artículo de Gerardo Echeita, Universidad Autónoma de Madrid (España) y Mel Ainscow, Universidad de Mánchester (Reino Unido).

Parte 2. Caso práctico: escuela-refugio en Madagascar

Nota: El presente texto supone la continuación del artículo “Escuela inclusiva. Parte 1: una aproximación general”; a su vez, está basado en el proyecto de 2017 “Prototipo de escuela-refugio en Madagascar para Fe y Alegria Mada” en el seno del Instituto de Habitabilidad Básica (exCátedra UNESCO de la UPM: Cooperación al Desarrollo de Asentamientos Humanos Precarios; Instrumentos de Habitabilidad Básica). Este proyecto, desarrollado en equipo con mi compañera Ester García, tenía su precedente en el anteriormente iniciado en 2015, por parte de José Berbiela Bustamante, Giulia De Francesco y Marta Leboreiro Núñez, titulado “Manual de identificación de prioridades. Estrategias para rehabilitar y construir equipamientos y unidades escolares en las regiones de Ikalamavony y Solila, Madagascar”. A pesar de la dificultad de resumir todo un proceso como éste en un artículo, se espera que se entienda de la manera más cercana y sencilla, como un mero acercamiento la temática propuesta, sin intención de sentar cátedra o resolver todas las dificultades existentes

Fe y Alegría (FyA) es un movimiento internacional de educación popular y promoción social, nacido en Venezuela en los años 50, y focalizado en la población más empobrecida y excluida. Creyendo en la premisa de que la educación es la vía para una cultura de justicia, entendimiento y desarrollo humano, en su punto de mira se encuentran siempre las poblaciones vulnerables y marginales, donde las carencias educativas suponen un lastre para el desarrollo social y el futuro de las generaciones venideras. “Fe y Alegría comienza donde termina el asfalto”. Por ello, se inserta principalmente en medios populares y periféricos

ONG Entreculturas.

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Esta organización, extendida desde Latinoamérica, salta a África en 2007, y a Madagascar en concreto en 2013. Así, FyA MADA, aún proyecto iniciático, se convierte en una de las más jóvenes organizaciones nacionales, pero gestionando ya 42 escuelas que atienden a 4700 alumnos. Los motivos de la expansión de la labor de Fe y Alegría hacia Madagascar vienen marcados por su contexto:

La educación en Madagascar está afectada por una serie de crecientes carencias. Antes de 2009, el número de niños que se matriculaba en el país ascendía al 88 %; sin embargo, desde la crisis y como consecuencia del recorte de los presupuestos estatales y de la ayuda al desarrollo extranjera, UNICEF estima que más de 1 millón de niños (el 25%, actualmente), no asisten la escuela primaria. La tasa de finalización de los estudios de primaria ha permanecido alrededor del 61% y con un elevado número de alumnos repetidores, el 21%.

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Grosso modo, por cada 10 niños, solo 7 se matriculan en primero de primaria y sólo 4 logran completar los cinco grados. Con la escuela inclusiva como meta, es impostergable analizar y tener en cuenta las razones por las que los niños no asisten a la escuela o no acaban el ciclo de primaria. Las directrices llevadas a cabo por el Ministerio de Educación en Madagascar (MOE) a este respecto se incluyen en un Decreto del “Plan Nacional de Educación para todos”, dirigido en concreto a los niños menores de 16 años que se encuentren fuera del sistema de educación formal en la escuela primaria (pública y privada); pero aún en la actualidad, sigue sin ser puesto en práctica verdaderamente.

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Gracias al trabajo “Manual de identificación de prioridades” se detectaron una serie de causas para el abandono, absentismo y fracaso escolar, localizado mayormente en esas áreas más aisladas y empobrecidas, aquellas que acusan más las vulnerabilidades. En las regiones urbanas, las escuelas estatales son de mayor calidad y capacidad, con mayores dotaciones de otras infraestructuras complementarias como patio de juegos, pistas deportivas, instalaciones de saneamiento y agua potable, etc. Pero las zonas rurales, situadas en “zona roja”, no tienen ningún tipo de infraestructura; ni la más básica. Fe y Alegría MADA, desde 2013, se ha focalizado en la revisión y catalogación de 42 escuelas de infantil y primaria, (públicas, católicas o comunitarias), en las regiones de Solila, Mangidi e Ikalamavony, priorizando aquellas con equipamientos mínimos, altas carencias, y un equipo docente predispuesto.

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Estos pueblos se encuentran en la región centro-sur de Madagascar. Este fragmento de la isla está afectado por los ciclones que la golpean desde el este, cada vez con más frecuencia, a pesar de encontrarse alejado de la costa. Por este motivo geográfico, se trata también de un territorio más aislado y más pobre, lejos de los flujos del turismo y la economía que tienden a ocupar el borde costero. Aquí, la mayoría de la población vive de agricultura de subsistencia, y las infraestructuras WASH (Water, Sanitation e Hygiene) son muy precarias (muchas aldeas no cuentan con pozos de agua potable). La pobreza de la población, unida al riesgo de desastres naturales y a la casi imposibilidad de acceso (12 horas de coche para recorrer unos 100 km, en temporada de lluvias), hacen de estos núcleos zonas de habitabilidad precaria. De ello es causa y consecuencia, al tiempo, la precarización de la educación. Veamos las problemáticas identificadas:

Familiares: los padres no siempre son conscientes de la importancia de la educación ni de sus beneficios a largo plazo, por lo que no ven necesario que sus hijos acudan a la escuela. Esa falta de conciencia tiene un fundamento cultural relacionado con la economía de subsistencia: las familias son numerosas y los niños mayores deben cuidar de los pequeños mientras los padres trabajan, abandonando el colegio cuando esto sucede. Además, al alcanzar una edad, los hijos tienen que ayudar a los padres en los cultivos, la ganadería o las tareas del hogar.

  • Aislamiento y distancia: La lejanía del espacio escolar con respecto al lugar de residencia, es una problemática que afecta a las áreas rurales, sin carreteras, transportes, y especialmente bajo una climatología difícil.
  • Climatología. Los acontecimientos climatológicos estacionales como el fuerte viento y la lluvia, pueden perjudicar el espacio escolar o las condiciones de los caminos de acceso haciéndolos intransitables. La máxima expresión de estos acontecimientos son los ciclones, que suponen un ataque constante a las poblaciones, y un riesgo físico importante.
  • Infraestructura precaria: la escasez extrema de aulas apropiadas provoca que muchos niños aprendan en condiciones temporales, inseguras, hacinadoras y mal equipadas.
  • Accesibilidad: Infraestructura no accesible para niños discapacitados y de corta edad.
  • Género: Las escuelas no están equipadas para satisfacer las exigencias higiénicas de las niñas y, además, algunas etnias ven el periodo de menstruación femenino como un estado vergonzoso de la mujer, aislándolas de toda relación social.
  • Costes: Elevados impuestos, tasas de matriculación y difícil acceso a ayudas estatales impiden el acceso a la educación y al material escolar.
  • Profesorado: Escasa formación de los profesores; la gran mayoría de maestros reclutados son personal inexperto o con una capacitación limitada.
infraestructura precaria

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Para que el sistema escolar pueda ser inclusivo, de partida, ha de solucionar toda esta compleja problemática. Así, con la educación primaria como primer orden de prioridades, se está trabajan principalmente en tres vías:

  1. Fortalecimiento institucional: mejoramiento de la capacidad técnica y administrativa, creación de actividades generadoras de ingresos, potenciamiento de la comunidad y sentimiento propio de escuela.
  2. Formación docente: acción formativa de maestros comunitarios.
  3. Evaluación y mejoramiento de infraestructuras: análisis de las condiciones estructurales y de salubridad de las edificaciones existentes, generación de requisitos para una nueva infraestructura educativa, capacitación técnica local.

Centrándonos en la parte relativa a arquitectura escolar, tras la evaluación de prioridades en las 42 escuelas analizadas, se establecen 3 vías principales de actuación:

  1. Pequeñas intervenciones rehabilitadoras
  2. Rehabilitación y consolidación integral
  3. Nueva construcción, en base a un prototipo.

En colaboración con las organizaciones implicadas, a través del ICHAB, se nos encarga el diseño de un prototipo replicable y adaptable de escuela de educación infantil y primaria. El reto consistirá en buscar un sistema constructivo válido, así como una morfología adaptable a las diferentes situaciones, que sin embargo responda ante las mismas problemáticas base de forma firme, y que tenga en cuenta tanto normativas como objetivos vinculados, como las Règles pour constructions paracycloniques (Decret 243-2010).

Precisamente esta última incluirá numerosos criterios de diseño respondiendo a las circunstancias que se presentan en los edificios a causa de los ciclones. Por hacer un breve repaso, recordemos que los ciclones causan fuertes vientos este-oeste, cargados con precipitaciones que golpean los paramentos al tiempo que provocan inundaciones. Por lo tanto, las reglas para construcciones paraciclónicas responderán a medidas que aseguren la resistencia de las construcciones ante estas circunstancias, minimizando los riesgos ante desastres tales como inundaciones, deslizamientos de tierra, electrocuciones o derrumbamientos causados por succión o empuje de los vientos.

El entorno en el que se sitúa nuestro proyecto se ve especialmente afectado por esta incidencia ciclónica, Esta zona, sin ser tan absolutamente vulnerable como la costa este, recibe sin embargo el golpe de los ciclones de manera dura, especialmente potenciado por su carácter rural, su aislamiento y baja infraestructura, el predominio de una arquitectura popular que presenta una pérdida de memoria constructiva, y por una economía de subsistencia, gravemente afectada por la sucesión de sequías y ciclones. Por ello estos documentos tienen una importancia crucial.

Así, por necesidades del programa de usos, o peticiones expresas de la ONG, o por análisis cuidadoso, la obra se proyectará persiguiendo los siguientes criterios y desarrollando los siguientes elementos:

  • Resiliente: Adaptación al lugar, desde el punto de vista cultural, económico y geoclimático.
  • Económico: Construcción progresiva, comenzando con un establecimiento mínimo.
  • Funciones mínimas inclusión: área segura sin intrusiones, aulas sin hacinamiento, letrinas separadas por sexos…
  • Higiene: tratar todos los aspectos vinculados a WASH como base de los servicios a la infancia.
  • Flexibilidad en el diseño de usos, que permita evolución según las necesidades
  • Programado: Ajustarse a un calendario estricto que permita la construcción en los 6-7 meses de sequía
  • Cultura y tecnificación: empleo y mejora de técnicas tradicionales de construcción.
  • DRR: enfoque prioritario de Reducción de Riesgos ante Desastre (DRR)

* MIMINIZAR Y OPTIMIZAR EL USO DE MATERIALES IMPORTADOS DE LA CIUDAD

– Reducción de los costes por transporte

– apoyo a las capacidades locales

– materiales desmontables, trasportables dentro de un camión

*ARQUITECTURA SENSIBLE A LOS CONDICIONANTES FISICOS

– Acumulación y aprovechamiento del agua de lluvia

– introducción de la preocupación por generar paisaje, vegetación, sombra

– contrarrestar deforestación: desestimación del uso de madera en cualquier uso

* MEJORAMIENTO TÉCNICO DE LAS TÉCNICAS TRADICIONALES

– Recuperación de la memoria constructiva y perfeccionamiento

– evolución por tecnologías apropiables

* WASH

– Letrinas mejoradas

– depósitos de agua para uso higiénico

* GÉNERO

– Separación de sexos en letrinas

– espacio individual para la higiene

– áreas de aseo en el rango de visión de la sala de profesores

* SEGURIDAD

– Delimitación del ámbito de la escuela

– disminución del riesgo de caídas

* GENERACIÓN DE PEQUEÑA INDUSTRIA PROPIA

– Aprovechamiento del proceso constructivo para generar infraestructura

– capacitación técnica necesaria: formación de adultos, sin diferenciar sexos

*ARQUITECTURA PARACICLONICA

– Estructuras anti succión de cubierta

– paramentos resistentes a vientos

– protección de los huecos

– arquitectura sobreelevada contra inundaciones

Así, el proyecto se orienta como una “escuela – refugio”; primero, por la necesidad extremadamente básica de mantener a los niños a salvo en una construcción segura; pero, también, para hacer de ello un hogar, un lugar saludable, que sirva de corazón de la comunidad. El concepto de escuela – refugio nace para los niños, y se proyecta hacia la población al completo.

Ese enfoque arquitectónico se logrará, constructivamente, a través de un perfeccionamiento técnico de las tipologías populares, haciendo una revisión de las mismas. La arquitectura popular malgache, a pesar de sus carencias y características a revisar, es un símbolo de orgullo de lo propio, y de independencia. Si debíamos rediseñar un sistema constructivo, no podíamos partir de la solución técnica en sí, sino de su propia arquitectura, valorando cómo sustituir y mejorar aquello que no estuviese dando el rendimiento necesario para asegurar la seguridad, salubridad y durabilidad de la construcción.

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De este modo, la propia construcción será un momento de capacitación técnica y de formación para adultos. Esta acción integradora, además, puede ser generación de una posible industria o negocio local, a través de esa formación obtenida y la logística aplicada durante la obra.  La obra se convierte en el horizonte perseguido, pero el proceso establece la verdadera transformación en la comunidad, cerrando el círculo de lo educativo y creando pertenencia al lugar, consiguiendo que la escuela, y la educación a través de ella, supongan el verdadero centro de la comunidad.

El prototipo de escuela-refugio para Fe y Alegría MADA se caracteriza principalmente por suponer una solución a una serie de carencias identificadas, tanto en lo constructivo como en lo social. El nuevo modelo de escuela permite una educación de calidad, donde los espacios interiores, tanto como la comprensión y uso del entorno, y los espacios

intermedios entre exterior y exterior, se pueden usar con fines educativos y lúdicos.

Ana Asensio | Arquitecta | @AnaArquitectura