El Lenguaje de la arquitectura racionalista

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Una particularidad importante de “aquellas pequeñas cosas” de Serrat es el arte con el que amalgama una especie de ambiente de melancolía. Nos habla de los pequeños detalles que se cargan de vivencias, como signos de momentos vívidos y la manera como su presencia en nuestra memoria se convierte en un atajo para ir y volver cuantas veces sea necesario, para reconocernos en nuestro pasado. Vivir esa melancolía y aspirar a que el presente, mañana sea también un pedazo de ese pasado. Pero, como decía al inicio, lo magistral de esto es que podemos sentir la penumbra de un bar o los arañazos de una foto en tonos sepias y hasta el olor a humedad de una casa cerrada.

 

 

Esa capacidad es lograda a través de un juego de pequeños elementos que componen un todo, de alguna manera una poesía de sensaciones imaginadas.

Encontrar este carácter reflexivo no es sencillo, requiere en primer lugar de una capacidad de pensamiento y procesamiento. Y, no menos valioso, el contar con una capacidad de observación que sea el hilo conductor de dicho proceso. No en vano, Walter Benjamin decía que “la observación es la oración natural del alma”. Arte que en el ejemplo citado se logra no solamente a través de un lenguaje lírico como la letra de la canción, sino del musical, esas notas lentas suaves, la predominancia de las cuerdas en sonidos suaves y armónicos, las pausas y hasta un ligero sonido metálico que rompe con sutileza las armonías, todo es suave, calmo y sutil.

 

La mezcla de lenguajes crea un ambiente que transmite un significado.

Ismael Grasa escribe en “la hazaña secreta” un compendio de circunstancias cotidianas, 

enfocando desde la reflexión y un poco desde la filosofía cómo las pequeñas cosas, las pequeñas acciones, son parte de la recreación del ambiente, como comentábamos antes acerca de la música. Incluso va más allá y argumenta cómo estos pequeños elementos dan ya matices al espacio en sí mismo; un libro en la mesa de noche, un recuerdo antiguo en la entrada, el hábito de comprar pan cada día, el ritual de terminar el día y “llamar” al descanso.

 

Esta ida y vuelta entre nuestra capacidad del pensamiento y los elementos materiales, en gran medida se dan con gran vistosidad en la arquitectura. Podemos calificar de Tropos arquitectónicos a un surtido de elementos que siendo parte de los lenguajes de esta disciplina, un poco arte y un poco de técnica, nos van permitiendo conseguir sensaciones generadas por el espacio, en función de sus elementos compositivos.

 

El lenguaje de la arquitectura racionalista, que en un acercamiento zonal haríamos antes, tiene características que, sobre todo. pretendieron romper con elementos preponderantes y anteriores al momento de su nacimiento.

 

La eliminación del ornamento, por ejemplo, marcaba una diferenciación radical del Art Nouveau, y en su momento y sin aún calificativo, permitía titular a las obras de “esto es otra cosa”. Cosas similares sucederían con una percepción más fina con materiales, texturas o colores. 

 

Profundizando más en lo que es un análisis en sí mismo de la tipología arquitectónica, es importante reconocer elementos o dinámicas propuestas que de alguna manera se han perennizado, pasando a ser parte, ya no de un estilo que está fuera de época, sino más bien de una forma de uso del espacio o sus calidades que ha procurado mayor riqueza a las propuestas venideras.
Las circulaciones verticales son expuestas como elementos externos o inclusive abiertos y visibles desde el exterior, generándose de esta manera pasarelas que organizan el espacio. Insisto, muchas veces, especialmente cuando las características climáticas lo permiten (playa-calor-veraneo) abiertas a manera de un gran balcón corrido que permite el disfrute de las visuales.

 

Manifestación de volúmenes de escaleras con transparencias y exteriores. 

 

manifestacion de volúmenes de escaleras

Una escrupulosidad en la manifestación del volumen, el edificio en sí mismo muestra una composición volumétrica rica y compleja en dónde cada elemento tiene identidad de manera individual, pero, a la vez, los elementos sumados marcan un determinado equilibrio, que no teniendo que ver con una simetría, manifiestan una búsqueda compositiva. 

 

Estudio de volumen como expresión externa del edificio

 

estudio de volumen

 

Existe una clara provocación de una sensualidad visual, la posibilidad de ver desde el interior hacia fuera, pero no al contrario. Un reconocimiento de grados diferentes de la intimidad que acompasados con la dinámica del observador se convierte en una especie de velo que juega con un grado intermedio entre lo oculto y lo visible, dotando de un cierto matiz de intriga al contenido del edificio.

 

Celosías como elemento de transparencia

celosías como elememento de transparenciaComo una consecuencia adicional del mismo concepto, pero de manera más amplia, podemos aseverar que la reflexión sobre el soleamiento denota una particular afectación tanto al diseño del objeto arquitectónico como a su emplazamiento. Por usar  una consideración brusca y genérica, es que realmente se atiende a los ciclos solares, llegando a determinar que en zonas alejadas claramente de un soleamiento ecuatorial, los edificios tendrán sol y sombra, pero no solo de manera conceptual, sino que -traducido a la expresión edificable- determinará que haya edificios con frente y espalda.

 

Apartamentos Odysea, Finestrat. Frente y posterior diferenciado 

 

apartamentos odysea finestrat

 

Finalmente los espacio interiores tienden a una horizontalidad, lograda a través de dos “argucias” espaciales del tratamiento interior. La primera, y que es obvia, es la proporción marcada de la vertical y la horizontal, es decir proporcionalidad, una relación. Esto evidentemente es una herencia del análisis del modulor de Le Corbusier, a partir del cual, no solamente se plantean una desafiliación del sistema métrico decimal, sino que de alguna manera se humanizan las proporciones. Éstas empiezan a ser analizadas en función de las dimensiones humanas, pero también, en función, cómo decía antes, de la segunda argucia, que es el análisis del espacio en perspectiva, lo que confronta con la necesidad de generar espacios diáfanos, que permiten visuales más continuas y por tanto referencias de magnitudes mayores en la horizontal, puesto que la vertical, no variará. 

 

Horizontalidad de galerías 

horizontalidad galerías