Costa Ibérica: Hacia la Ciudad del Ocio

01. Introducción:

Este post pretende aprovechar las fechas estivales para revisitar la publicación Costa ibérica: hacia la ciudad del ocio, un libro que analiza la evolución de las ciudades costeras de la península ibérica −costa española y portuguesa− desde el inicio del boom turístico en los años sesenta y cómo este modelo se ha trasformado en un éxito económico basado en un modelo de ocio low-cost, en permanente decadencia pero inagotable a la vez. El libro fue publicado en el año 2000 por ACTAR y surgió de un taller que el conocido estudio MVRDV realizó dos años antes con alumnos de la ESARQ de Barcelona.

El proyecto parte de los datos recopilados durante las tres semanas que duró el taller y de las investigaciones sobre Benidorm realizadas por Mario Gaviria, José Miguel Iribas, Françoise Sabbah y Juan Ramón Sanz Arranz durante los años setenta.

A partir de estos datos juega −tomando la ciudad de Benidorm como referencia− a imaginar posibles evoluciones del modelo que Benidorm representa, llevando este hasta sus últimas consecuencias e imaginando exagerados desarrollos urbanísticos que nos permiten analizar de forma crítica el depredador fenómeno inmobiliario que sufren nuestras costas.

02. De lo documental a lo ficticio.

En la primera parte del libro se reúnen gran cantidad de datos, fotografías y material gráfico para, a partir de ellos, elaborar una reflexión sobre los modelos constructivos y económicos de la industria turística peninsular. En esta parte el libro se centratambién en la ciudad de Benidorm, estableciendo la ciudad como paradigma de la turistificación que sufre toda la costa mediterránea española.

La ingente cantidad de información recopilada durante el taller se fusionan en una propuesta del diseñador Paul Ouwerkerk que compila textos, imágenes y múltiples datos estadísticos para retratar la realidad de la costa peninsular, describiendo cómo esta se ha trasformado en las últimas décadas en la Ciudad Europea del Ocio: un gran complejo urbano densamente poblado, destinado al ocio de bajo presupuesto y repleto de segundas residencias, pisos de alquiler, complejos hoteleros y zonas de recreo.

03. Una Ciudad Lineal:

Costa Ibérica describe cómo el litoral peninsular se ha trasformado en la zona más densa de Europa −con mayor densidad incluso que Nueva York o Hong Kong−, dando lugar a una “ciudad lineal” que no pude ser descrita en los términos urbanísticos habituales, ya que presenta características propias:

En primer lugar podemos afirmar que esta “ciudad” que componen los múltiples municipios costeros carece totalmente de historia y es extremadamente monocultural: sin apenas zonas industriales, oficinas o sedes empresariales; pero con una gran concentración de bares, restaurantes y discotecas.

Esta ciudad, por otro lado, sufre radicales transformaciones de forma estacional: es habitada por jubilados en primavera, por jóvenes o familias en verano y casi deshabitada en invierno.

En último lugar el libro describe cómo los destinos peninsulares han caído en una espiral de devaluación constante: estando asociados a un tipo de turismo barato, sin alicientes culturales y que –en un claro ejercicio de irresponsabilidad ecológica− devora sin piedad su principal fuente de ingresos: la belleza del paisaje natural.

Ante tales circunstancias la publicación plantea una serie de preguntas sobre cual debe ser nuestra posición ante este fenómeno urbano y económico, que produce a la vez repulsión y fascinación:

“¿Debemos exigir, aún así, una mayor explotación de la vulgaridad? ¿Puede sobrevivir en las próximas décadas una ciudad basada en un turismo de bajo presupuesto? ¿Podemos reconsiderar su existencia y ampliar las posibilidades de ocio?”

Preguntas que curiosamente −veinte años después de la publicación del libro− podemos aplicar a grandes ciudades turistificadas como Barcelona o Málaga, cuyo modelo ya no está ligado al turismo de sol y playa.

04. I love Benidorm:

Para desentrañar estas dudas la publicación se centra en la ciudad de Benidorm, utilizando la capital de la Costa Blanca como ejemplo (y fetiche) para preguntarse si este modelo de ciudad monocultural y vulgar está agotado o si, por el contrario, podría evolucionar hacia un ejemplo más sostenible y elaborado de ciudad postindustrial basada en el ocio.

“Reconsiderando sus elementos y adaptándolos a otros programas, la costa monocultural de la península ibérica podría convertirse en una ciudad que no dependa sólo del turismo, sino que modifique su potencial para orientarlo a un turismo que compita con el de Sydney o San Francisco”.

05. Ejercicios especulativos:

A partir de este momento el proyecto editorial entra en un terreno especulativo, planteando −siempre desde la ironía− diferentes modificaciones del modelo de sobreexplotación inmobiliaria de la costa que representa la ciudad de Benidorm.

La Ley de Aristóteles: La primera propuesta plantea una operación de “rascado” urbanístico en todo el litoral peninsular, que se complementaría con el traslado de esta oferta habitacional a la ciudad de Benidorm. La ciudad levantina se convertiría en una ciudad hiperdensa de siete millones y medio de habitantes, pero el derribo selectivo de todo lo construido durante los años setenta y ochenta −los edificios menos valiosos− permitiría crear lugares destinados a la agricultura, la industria y la cultura, diversificando así la economía.

Cíclades Baleares: Otra propuesta plantea la creación de un archipiélago compuesto por cien islas artificiales para descolmatar la costa. Las principales islas estarían equipadas con aeropuerto y contarían con puentes aéreos regulares a Barcelona, Valencia o Alicante. A su vez estas estarían conectadas mediante transbordadores al resto de islas, que estarían tematizadas. La monocultura de cada isla compondría un archipiélago policultural.

Otras propuestas plantean aprovechar el calentamiento global para crear 2000 km de playas adicionales, convertir el litoral peninsular en una “ciudad” de 13600 km compuesta por bungalows rodeados de naturaleza o incluso concentrar las dieciocho millones de viviendas turísticas de la península en Benidorm, que pasaría a tener 34 millones de habitantes. Algunas propuestas proponen incluso aprovechar esta hipermasificación de la ciudad levantina para convertirla en una gran “playa urbana” o reunir todos los monumentos de la península allí.

6. Conclusión:

Es muy interesante cómo la propuesta especulativa del libro se basa en algunos modos de hacer de la Arquitectura Radical de los años 60 y 70, elaborando un ejercicio que se acerca a la vez a los arquetipos de futuro de Jim Dator y a tácticas deafirmación subversiva −basada en exagerar hasta el absurdo el discurso que se quiere criticar− descritas por Luther Blisset en el Manual de la guerrilla de la comunicación (2000).

Costa ibérica usa así la ficción y la ironía para reaccionar −de forma crítica y a la vez propositiva− a un modelo de especulación urbanística que ha masificado el litoral peninsular, degradado el paisaje y trasformado profundamente el territorio. Las diferentes propuestas finales utilizan el humor para visualizar distintos escenarios que rozan lo distópico. Estas visualizaciones nos permiten identificar ciertas dinámicas nocivas en el presente, posibilitando así que podamos de modificarlas para generar futuros más idóneos y deseados.