Arquitecturas Sinantrópicas

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En biología se define como sinantropía (del griego syn-, “junto a” + antho, “humano”) a la capacidad de algunas especies animales o vegetales para adaptarse a ecosistemas antropizados, es decir, a condiciones ambientales modificadas por la actividad humana. 

Dentro de esta denominación podemos hablar de palomas, gorriones, ratas o murciélagos y también de arañas e insectos como cucarachas o termitas. A todas estas especies animales podemos sumar esas que conforman el tercer paisaje que defendía Gilles Clément en su Manifiesto del tercer paisaje (2004), así como los mohos y bacterias que descomponen nuestros desechos. 

Hasta ahora hemos percibido estas especies desde un prisma utilitarista, considerándolas “beneficiosas” o simplemente como plagas: invasiones (salvajes) que invaden nuestros entornos (civilizados) y que debemos exterminar.

Si dejamos de percibir nuestro entorno desde un punto de vista que pone al humano en el centro, quizás podamos comprender cómo estas especies no están supeditadas a nosotros y que nuestra relación con ellas debería ser más simétrica, aceptando que nuestra existencia está íntimamente imbricada con la suya.

Bajo esta perspectiva, las especies no-humanas pueden considerarse también dentro de lo social, con la agencia para contribuir a los diferentes procesos del contexto urbano.

ESPECIES COMPAÑERAS

Algunos profesionales de la arquitectura están entendiendo que no podemos entendernos al margen ni por encima de esta red de relaciones interespecie. En consecuencia están comenzando a aceptar que su práctica debe incorporar a estas especies que comparten nuestra vida urbana. A continuación se presentan una serie de proyectos que incorporan estas ideas y que, desde el cuidado, activan estrategias de diseño para fomentar y articular la vida de estas especies compañeras

Ilustración de diferntes especies por Nassir Mufti

Multispecies Cat’s Cradle” by Nassir Mufti (2011). Ilustración de Seguir con el problema: Generar parentesco en el Chthuluceno (2020), Libro de Donna Haraway.

SARAH GUNAWAN: SYNANTHROPIC SUBURBIA

Synanthropic Suburbia es parte de la tesis de Sarah Gunawan. En ella propone trabajar en pequeñas acciones de micro-urbanismo en el contexto de los suburbios canadienses, un paisaje inserto en una rápida transformación ecológica y con una gran tensión de lo urbano con el medio natural.

El objetivo del estudio pretende explorar el potencial de la arquitectura para incorporar seis especies animales como actores activos en ese contexto, atendiendo así sus necesidades en cuanto a hábitat, comportamiento biológico y patrones estacionales. Para ello propone una serie de prótesis arquitectónicas a las viviendas unifamiliares que se encuentran en esos suburbios.

Las tres prótesis consisten en una Compost Chimney (chimenea para compost), que permite alimentar a mapaches y vencejos de chimenea, Habitat Dormer (claraboya hábitat), que permite anidar a lechuzas y murciélagos y Extended Eave (aleros extendidos), que permiten anidar a Azulejos y golondrinas de árbol, dos especies que permiten controlar la sobrepoblación de insectos.

Casa unifamiliar con las tres prótesis propuestas por Sarah Gunawan.

Estas prótesis funcionan de forma puntual, pero su aplicación a gran escala podría crear un novedoso y robusto ecosistema, capaz de soportar una gran diversidad de especies humanas y no humanas. 

En Syn-urban Assemblages Sarah Gunawan propone la implementación masiva de estas prótesis arquitectónicas en un suburbio para mejorar la vegetación y proporcionar hábitats a diferentes especies. Además propone crear una red de corredores y áreas verdes interconectados donde pueda proliferar esta vida sinantrópica. De esta forma las partes edificadas y el paisaje se atraviesan mutuamente, borrando la barrera entre ciudad y naturaleza.

La propuesta de Gunawan propone así disolver la división conceptual entre ciudad y naturaleza, generando relaciones híbridas que benefician el ecosistema donde se implementan.

La propuesta de Gunawan propone así disolver la división conceptual entre ciudad y naturaleza, generando relaciones híbridas que benefician el ecosistema donde se implementan.

Synanthropic Suburbia, Sarah Gunawan (2016).

HUSOS ARCHITECTS: CABAÑA DEL (SINANTRO)AMOR, MORADA DEL (TELE)TRABAJO

Este proyecto consiste en una cabaña bioclimática multiusos y una serie de arquitecturas para animales. Juntas se configuran como un proyecto de arquitectura y paisajismo a pequeña escala, ubicado en un pinar, muy cerca de una ZEPA (Zona Especial de Protección para las Aves). El entorno del pinar posee gran riqueza en biodiversidad pero presenta importantes desequilibrios, como la sobrepoblación de la procesionaria

El proyecto pretende tratar este problema entendiendo que el exceso de población de orugas procesionarias tiene que ver con la escasez de depredadores y con prácticas forestales que no permiten la presencia de grandes árboles donde las aves puedan anidar. Entendiendo la situación plantea una serie de arquitecturas para diferentes especies de aves y murciélagos, fomentando –a través del cuidado– la presencia de especies que ayudarán a controlar la población de orugas.

ilustración de arquitecturas para animales

Especies entomófagas que habitan en cavidades.

Ampliando el concepto de Sarah Gunawan Husos, denomina a estas arquitecturas como  sinantroamor, ya que incorporan intencionadamente el cuidado de estas especies. En este sentido prefieren hablar directamente de amor, remitiéndose a la definición de amor desarrollada por pensadores como Michael Hardt que la entienden como fuerza radical de transformación de las subjetividades y las relaciones que tejen el mundo que nos rodea.

El dormitorio es reemplazado por una cápsula para dormir

Cabaña del (sinantro)amor, morada del (tele)trabajo / Husos Architects

Estas arquitecturas no-humanas complementan el volumen principal del proyecto, que se configura a través de once piezas de entramado de madera de pino.

El diseño permite además reducir el consumo energético y repensar espacios para ampliar los usos de la vivienda. De esta manera el dormitorio es reemplazado por una cápsula para dormir, una de las habitaciones funciona como oficina transformable y multiusos, el salón se une a la cocina, la cubierta es usada como salón exterior elevado.

Tanto las ventanas, como la cubierta están rodeadas de una malla metálica, que permite mantener la intimidad y evita que los pájaros choquen con los cristales.

Más información sobre este proyecto.

Jerónimo Hagerman

Jerónimo Hagerman es un artista que propone entender lo arquitectónico como posible refugio, pero también como un lugar para la reflexión, la contemplación y el acercamiento

Sus proyectos se suelen articular como intervenciones habitables en el espacio público; que invitan al reposo, al encuentro y a la observación. Sus propuestas suelen poner en cuestión posturas modernas que colocan lo civilizado frente a lo silvestre, replanteando nuestra posición respecto al medio natural e invitándonos a ubicarnos no frente a lo natural, sino como parte de la misma naturaleza.

Jerónimo Hagerman es un artista que propone entender lo arquitectónico como posible refugio, pero también como un lugar para la reflexión, la contemplación y el acercamiento.

Jerónimo Hagerman, “Aeródromo, variaciones geométricas” (2018)

Los proyectos más conocidos de Hagerman tienen que ver con intervenciones vegetales en espacios públicos, pero desde hace unos años viene desarrollando una serie de piezas en las que utiliza estructuras metálicas esmaltadas  –muy similares a las que podemos ver en zonas de juego infantiles– en las que coloca comederos, bebederos y bañeras para aves. Estas estructuras se convierten así en estructuras habitables para el espectador y para diferentes especies de pájaros, que acuden a descansar, beber y alimentarse. 

De esta forma Hagerman nos propone un entorno que fomenta la observación, generando un espacio de tranquilidad, reflexión y convivencia con el entorno natural.

Hagerman nos propone un entorno que fomenta la observación, generando un espacio de tranquilidad, reflexión y convivencia con el entorno natural.

Jerónimo Hagerman, Jaula abierta (2020)

CONCLUSIÓN

Estas tres propuestas nos llevan a replantear las relaciones biológicas y culturales humanas en dos dimensiones. 

Por un lado nos invita a repensar nuestra relaciones con especies no-humanas, invitándonos a pensar en nuevas formas de relación, más simétrica, sin estructuras jerárquicas y sin pretensiones utilitaristas. 

Por otro lado, cada una de las propuestas nos invita además a pensar nuevas formas de relación entre lo urbano y lo natural, disolviendo la dicotomía entre lo civilizado y lo salvaje. 

Estos son dos debates vitales en el nuestro presente, un momento atravesado por discursos que tienen que ver con la urbanización global, el cambio socioecológico y la crisis climática.